Mi nombre es Germán Gabriel Toledo y soy el fundador de Greenwich, una fábrica de calzado con más de 30 años de historia. Este sueño comenzó cuando tenía apenas 23 años, luego de haber trabajado durante tres años en la zapatería del entonces compañero de mi suegra. Desde el primer momento quedé fascinado con el mundo del calzado: me apasionó tanto que decidí sumergirme de lleno para aprender y emprender.

Así nació Greenwich, en una pequeña habitación, sin imaginar hasta dónde llegaríamos. Con esfuerzo, dedicación y mucho amor por lo que hacemos, el microemprendimiento fue creciendo hasta convertirse en una de las fábricas de zapatillas más reconocidas a nivel nacional. Hoy en día, somos proveedores de más de 200 zapaterías en todo el país y seguimos creciendo con el mismo entusiasmo del primer día.

El motor detrás de este proyecto siempre fue un deseo personal: cuando era chico, no tenía los recursos para comprarme las zapatillas que me gustaban, y eso me marcó. Por eso, una de nuestras misiones es ofrecer calzado de calidad a precios accesibles, para que todos puedan tener las zapatillas que sueñan.

Greenwich no es solo mi historia: hoy me acompañan en este camino mis hijos y mi esposa, que estuvo a mi lado desde el primer día. Aunque ella tenga su propia profesión, siempre fue mi sostén, mi compañera, y una pieza fundamental para que esto siguiera creciendo.

 

Somos una empresa familiar con valores, pasión y compromiso. Y seguimos soñando en grande.